sábado, 2 de abril de 2011

Placer

El placer es lento, no tiene apuros. El placer necesita de atención concentrada. El placer es contacto.
El placer es comunión con la naturaleza y se manifiesta en los pies desnudos sobre el pasto, el rostro al viento, el cuerpo acariciado por el sol.
El placer es comunión interna, porque en el placer estoy unida a mi misma, sin tensiones, antagonismos o conflictos.
El placer es comunión con el otro, en compartir un café, una conversación, un momento entretenido, una salida, un aprendizaje, un baile, un juego, en el sexo.

Cada momento de placer es una apuesta a la vida, porque todo adquiere un sentido diferente, aunque sea por un instante.

La sensación que proporciona placer, es una experiencia de profunda satisfacción. Queremos prolongar el placer, no deseamos que se termine, pero es necesario para que el deseo siga circulando, agotándose para luego renacer y renovarse.
Claudia Ferrer