viernes, 22 de abril de 2011

Los Chakras y las Mujeres


Según las filosofías orientales, existe una profunda interacción entre la energía de la tierra y el cuerpo humano y una fuerte conexión entre la energía femenina y la atracción natural de la tierra.
El cuerpo de las mujeres "atrae hacia adentro" la energía de la tierra, entra por los pies y sube hacia el útero, los pechos y las amigdalas. 
Esta energía femenina es una fuerza centrípeta (fuerza que atrae hacia el centro) y es tan poderosa, que la mujer la irradia en los lugares que habitualmente se moviliza (su casa, su familia, su trabajo, sus amigos).
Por ejemplo, en un ambiente familiar, la mayoría de las personas giran alrededor de la mujer con mayor fuerza centrípeta (le preguntan cosas, le cuentan sus sentimientos, la acompañan), también se manifiesta cuando amamantamos o recibimos en la vagina al pene y el óvulo emite señales para que los espermios viajen hacia él.

Las mujeres tendemos a ser el centro de la vida familiar, tenemos incorporado a nuestro vivir la responsabilidad del bienestar de nuestros seres queridos. Cuando asumimos que poseemos una energía centrípeta nos damos cuenta que somos una fuente de conexión y que influimos en todas las personas que nos rodean.
De este modo, cuando una mujer mejora su vida, las personas que la rodean también se benefician.
Adaptación de Mchio Kushi.

La energía femenina también se concentra en siete centros vibratorios de nuestro cuerpo, los chakras. Cada uno está asociado sistemas orgánicos y estados emocionales específicos. Cada uno se fortalece o se debilita de acuerdo a las emociones, sentimientos o creencias que tengamos.

Los tres primeros chakras están inseparablemente ligados e interaccionan entre sí. El 1° chakra o raíz, el 2° chakra o sacro y el 3° chakra o plexo solar están relacionados con nuestra vida física, personas acontecimientos, recuerdos, experiencias de nuestro presente y pasado.

Según Christiane Northrup, en su libro "Cuerpo de Mujer, Sabiduría de Mujer" (Editorial Urano, 1994) la zona del primer chakra está influida por:
lo segura y a salvo que nos sentimos en el mundo y por lo bien que podamos equilibrar la confianza y la desconfianza, la dependencia y la independencia, la soledad y la pertenencia a grupos. Esta zona también se afecta cuando logramos sentirnos audacez y nos permitimos sentir miedo. Que tan conectadas nos sentimos con la tierra y sus procesos es otro aspecto que ejerce influencia sobre este centro energético.

El segundo chakra, se relaciona con dos aspectos. El primero tiene que ver con nuestras ambiciones en el mundo exterior, con la forma de obtener lo que queremos y aquello que deseamos o buscamos. El segundo corresponde a las relaciones interpersonales y a la necesidad básica de establecerlas.

El tercer chakra se asocia a la autoestima, la confianza personal y el respeto hacia nosotras mismas y el sentido de responsabilidad, es decir, cómo equilibramos la sensación de capacidad y valía con la inferioridad en lo que hacemos en el mundo externo y en nuestros logros.

La autoestima de la mujer depende de que se sienta segura en el mundo (segundo chakra) y de tener relaciones basadas en el respeto y el apoyo mutuo (tercer chakra).


Según esta autora en el 1° chakra está contenida la información sobre cómo se almacenan en el cuerpo las heridas familiares. La salud de esta zona está relacionada con la educación recibida y nuestros primeros años de vida. Incluye a la familia inmediata y los parientes, la raza, la posición social, el nivel educativo, el legado familiar y las expectativas de nuestra familia recibidas de generación en generación.
El 2° chakra tiene que ver con el espacio creativo simbólico, tales como, los aspectos físicos de la vida cotidiana, las personas con las que nos relacionamos y con la calidad de nuestras relaciones. También se asocia con todo lo que poseemos (dinero, relaciones, sueños, pasiones)

El útero y los ovarios son los principales órganos de este chakra, esta zona es literal y figuradamente un espacio creativo en que las mujeres pueden generar hijos, relaciones, profesiones, novelas, percepciones profundas y otras obras creativas o artísticas. 
Cuando la energía no circula bien en esta zona del cuerpo, pueden producirse problemas ginecológicos como miomas, endometriosis, candiasis, tumores, cáncer.

El 3° chakra se denomina de la autoestima y el poder personal. Cuando las mujeres nos sentimos seguras y a salvo, tenemos relaciones enriquecedoras, contenedoras y apoyadoras, estaremos en una buena posición para conseguir nuestros objetivos en el mundo exterior y para realizar tareas que nos ayuden a desarrollar nuestra autoestima y el sentido de valía personal.
La fuerza o la debilidad de esta zona corresponde a la sensación de ser capaces y competentes en el mundo o a sentirnos inferiores y responsabilizar a otras personas o cederles nuestro poder personal.

Mujer en curso, ahora que posees esta información, te invito a que reflexiones acerca de tus relaciones, tu creatividad y tu sensación de seguridad:


¿Cómo manifiestas tu poder creativo?
¿tu energía creativa está aplastada en un trabajo, con un jefe o jefa que te maltrata o en una relación sin futuro?
¿Cómo está tu salud física y emocional?
¿tu confianza personal de quién, quiénes o qué depende?
¿estás satisfecha en tu vida de pareja?
¿eres parte de un grupo en donde expresen el amor y el respeto abiertamente?