Fuente: http://www.creatuvida.cl/
Sabías que el mundo entero es tu reflejo? El tropezón que tuviste hoy, la discusión con tu pareja, el comentario del colega, el pensamiento negativo, todo es un reflejo de lo que tu entregas al mundo y lo que es importante que aprendas. Hay quienes aseguran que absolutamente todo, incluso los desafíos, los creas tu mismo.
Sí. Esa enfermedad. Esa noticia. Esa situación que te hizo sufrir. Es un reflejo de lo que solicitas al mundo para crecer y, eventualmente, despertar.
¿Por qué nos ponemos estos obstáculos? Para crecer.
¿Para qué crecer? Para alcanzar nuestro máximo potencial.
Nuevamente, ¿para qué? Para que nuestra existencia en la tierra sea un viaje de absoluta alegría y plenitud, mucho más allá de lo que ahora creemos posible.
A diario, el mundo y sus habitantes nos entregan mensajes con respecto a nosotros mismos. La crítica hacia otros me muestra una falencia personal, la palabra hiriente un autocuidado inexistente, el desinterés por el prójimo una inconsciencia con respecto a la unión entre todos los seres, el fumar un cigarro una falta de respeto hacia el cuerpo, la rabia que me causó ese falta de respeto un ego que debe dejar de potenciarse. Así, cada minuto de cada es una oportunidad para que te preguntes ¿Qué me está diciendo acerca de mí mismo/a esta situación? Sabiendo esto, ¿Cómo elijo enfrentar esta situación ahora?
Gran parte del empoderamiento refiere a esto: entender la vida como una gran sala de clases, en la cual tus creencias y actitudes están siendo continuamente puestos a prueba. No pierdas la oportunidad de aprender que te entrega este momento. No pierdas la oportunidad de acercarte siempre a una mejor versión de ti.