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Ilustración de Rissouli |
En
mi ventana, la primera estrella de este
atardecer que quiere convertirse en noche.
Su
luz brillante me trae un recuerdo y una esperanza, su minúsculo y constante
brillar me habla de esa eternidad que nos hermana… con la luna, con el
sol.
La
veo vestirse de colores… cada pestañear es un espectáculo de la inmensidad… en
una sola estrella.
Entonces
comprendo que la estrella Soy Yo.
Entonces
comprendo que la estrella Eres Tú.
Entonces
comprendo que Somos un@ con la estrella, y que así como su minúsculo brillar en
el firmamento es apenas el destello de un remoto pasado que se perpetua hacia el
futuro en la luz, nosotros somos esa
chispa inmortal que serpentea hilos de tiempo a través de las eras… y entonces
comprendo que, al igual que la estrella, vamos irradiando colores, vamos
vistiéndonos de verde de azul de amarillo, y no importa si mañana es rosa o si
es negro, porque sigue siendo la misma luz la que parpadea desde otro mundo,
porque sigue siendo la misma luz la que segundo a segundo, noche tras noche,
luna tras luna, mundo tras mundo, sigue sosteniéndose intacta en la ventana de
mis ojos…
Siempre
es un misterio la verdad hasta que se revela. Milagrosas estrellas anuncian
milenarias verdades que se multiplican en el cielo… perfectamente in-quietas…
asombrosas, luces… luces en el firmamento! De a miles, Son tantos los misterios
que se constelan en nuestro cielo! Cada estrella es una promesa! Cada estrella
es un surco del que brota la flor que ilumina mi corazón…
Lotos
resplandecientes, brújulas ancestrales, palabras de otra lengua que se me
antojan divinas… sí.
Entonces
también comprendo que Yo Soy la estrella
que me mira. Mis ojos son ese destello que viaja en la luz y me toca, mi corazón
es el que se incendia a la velocidad de la luz… y entonces me vuelvo el silencio
y respiro...
Me
vuelvo el primer hombre, la primera mujer. Me vuelvo el asombro mágico y la
verdad irrefutable.
Soy
esa silueta que camina descalza por un planeta bendito, estrellas brotan en las
piedras, estrellas nacen en los ríos. La montañas me hablan en ese idioma que
presiento… y no sé cómo de pronto voy naciendo cielo, voy naciendo
mar…
Entonces
comprendo la distancia que habita entre ese hombre primigenio y esta mujer que
soy. Entonces comprendo que esa distancia está tejida de estrellas y entonces
comprendo que el tejido es luz y que no existen las
distancias.
Hemos
atravesado mares y desiertos para volver. Hemos inventado miles de naves miles
de rutas… para volver. Hemos atravesado el tiempo dibujando círculos hacia el
cielo… para volver.
Y
hoy estoy aquí, mirando la estrella que soy desde tiempos inmemoriales.
Pronto
el giro minúsculo de la tierra te perderá en el horizonte… amada estrella. Pero
volverás. Una y otra vez, volverás como todos estamos volviendo. El retorno se
nos ha concedido desde que nos volvimos
viaje, barca, vuelo.
Y
volveremos. Cada día es un paso hacia ese fuego primero.
Hoy
es otra estrella que titila hacia mi ser…
Y
otra vez las nubes del silencio…
Estoy
sentada en mi ventana. Viendo la estrella que ya no veo, pero que está, colgada
de mis cabellos, dibujada en mi frente, prendida de mi
pecho…
Todos
nacemos hacia la estrella que nos parió…
Ha
caído la noche.
Sospecho
lunas, sospecho planetas viajando hacia el encuentro…
Y
entonces imagino el bello firmamento que dibujamos
Entonces
sospecho la fiesta que constelan nuestros pasos,
Y
es entonces cuando comprendo que Somos el infinito el misterio y la luz, cuando
nos miran desde la otra ventana…
"Benditos Soles,
Benditas Lunas, Benditos Seres Humanos
nacidos para trascender, nacidos para soñar constelaciones en este firmamento
verde que destella colores, que destella mariposas, que destella flores…
Benditas
estrellas eclipsadas en cada una de sus miradas…
Benditos
pulsos, benditos corazones nacidos para estallar, nacidos para resplandecer
hacia la muerte, hacia esa oscuridad que se disuelve que se suspende que se
abisma.
Entonces
recuerdo que la noche existe para la estrella, que la oscuridad emerge para la
luz, que la muerte nace para la
vida…
Y
entonces recuerdo que estrella luz y vida son el argumento que sostiene la
noche, que sostiene el negro oscuro que asociamos a la muerte, y que la muerte
es sólo la sombra que proyecta la luz, y que todo nace de ese sol que está fuera
y dentro, y entonces recuerdo que somos otros universos, que somos noche que
somos día, que constelamos sinfonías y que en ese viaje hacia nuestro sol vamos
cambiando de colores, de paraísos, de cielos, y que en ese viaje vamos
mueriendonaciendo, vamos soñando vamos creando, y en ese sueño vamos volando,
vamos danzando, vamos riendo, en ese destello vamos llorando, vamos gimiendo,
vamos cantando, y es en ese canto que vamos siendo, como la estrella que titila, desde ahora
para siempre, desde ayer para mañana…
la divinidad que nos sostiene, la divinidad viviéndose, la divinidad
creándose, la divinidad recordándose, y
es entonces cuando mi vida, mi cuerpo y
mi canto se convierten en la ofrenda perfecta para celebrar a la diosa que nace
todos los días, a los dioses que beso todos los días, a las manos celestes que sostienen a esa diosa y a esos
dioses, al diagrama perfecto que
sostiene esas manos, y a la luz que expande aquel mandala a través del
cosmos…"
Rakel del Sol