Me encanta palpar lo distintas que somos...
Algunas altas, otras crespas, unas silenciosas, otras fuertes...
Veo apasionadas, viejas, juguetonas, soñadoras, trabajadoras...
Me sorprendo con las más conscientes, las luchadoras, las que aman...
Admiro a las que pueden ser madres y a la vez no se olvidan de las mujeres que son...
Imito a las niñas-doncellas porque en ellas encuentro alegría, espontaneidad, curiosidad y juego... Aprendo de las sacerdotizas, quienes me hacen recordar a la mujer-sanadora que soy...
Escucho a las poetas, que ayudan a mi voz a expresarse, que forjan el mundo en que quiero vivir... Vibro con las emprendedoras...
Comparto el cantar femenino que se escucha cada vez que dos o más mujeres nos re-unimos...
Amo a las gozadoras que me conectan con mi placer y goce, que me ayudan conseguir mi felicidad...
Grabo en mi, los sueños de los que cada una me habla, aquellas ilusiones que me ayudan a levantarme día a día...
Atesoro la escencia que emana de cada gesto, palabra, acto que las mujeres manifiestan...
Adoro a las mujeres, adoro ser mujer, adoro tener una hija y adoro por sobre todas las cosas a lo Femenino Sagrado que me recuerda que tanto hombres como mujeres podemos ser femenin@s, podemos vivir en com-unión, podemos respetarnos.
Mujer en Curso
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| Ilustración: Karina Cocq / http://www.monitologia.blogspot.com/ |
