Yo soy una mujer
a la que siempre le gustó
menstruar.
Los hombres vierten sangre
por enfermedad
sangría
o puñaladas
a la que siempre le gustó
menstruar.
Los hombres vierten sangre
por enfermedad
sangría
o puñaladas
roja urgencia
a estancar
trancar
en la maraña oscura
de las arterias.
En nosotras
la sangre aflora
como fuente
en lo cóncavo del cuerpo
ojo de agua escarlata
encharcado satén
que escurre
en hebras.
Nuestra sangre se da
a manos llenas,
se entrega al tiempo
como al viento la lluvia.
La sangre masculina
tiñe las armas y
el mar,
empapa el suelo
de los campos de batalla
salpica las banderas,
mancha la historia.
La nuestra se recoge
en paños blancos
escurre sobre los muslos
bendice la cama
manso sangrar sin grito
que anuncia
las redes de la hembra.
Yo soy una mujer
a la que siempre le gustó
menstruar.
Porque hay una sangre
que corre hacia la Muerte
Y la nuestra
que se entrega a la Luna.
a estancar
trancar
en la maraña oscura
de las arterias.
En nosotras
la sangre aflora
como fuente
en lo cóncavo del cuerpo
ojo de agua escarlata
encharcado satén
que escurre
en hebras.
Nuestra sangre se da
a manos llenas,
se entrega al tiempo
como al viento la lluvia.
La sangre masculina
tiñe las armas y
el mar,
empapa el suelo
de los campos de batalla
salpica las banderas,
mancha la historia.
La nuestra se recoge
en paños blancos
escurre sobre los muslos
bendice la cama
manso sangrar sin grito
que anuncia
las redes de la hembra.
Yo soy una mujer
a la que siempre le gustó
menstruar.
Porque hay una sangre
que corre hacia la Muerte
Y la nuestra
que se entrega a la Luna.
Marina Colasanti, escritora brasileña (nacida en Etiopia, 1937)
Libro: Rota de Colisão