“Soltar las riendas” no significa que ya no me importa, sino que, no puedo hacerlo por otra persona.
“Soltar las riendas” no es desconectarme, sino, comprender que no puedo controlar a los demás.
“Soltar las riendas” no es permitir que los demás se hagan daño, sino, dejar que aprendan de las consecuencias naturales.
“Soltar las riendas” es admitir que soy impotente y que, por lo tanto, los resultados no están en mis manos.
“Soltar las riendas” es dejar de culpar y de intentar cambiar a los demás y sacar el mejor partido de uno mismo.
“Soltar las riendas” no es “cuidar de…”, sino, “interesarse por..”
“Soltar las riendas” es no juzgar y dejar que los demás sean seres humanos.
“Soltar las riendas” es no estar en medio de todas las situaciones para controlar los resultados y dejar que los demás forjen sus propios destinos.
“Soltar las riendas” es no ser protector, y permitir a otro que se enfrente a la realidad
“Soltar las riendas” es dejar de negar y empezar a aceptar.
“Soltar las riendas” es no engañar, reñir, ni discutir y buscar mis propios defectos para corregirlos.
“Soltar las riendas” es no ajustar todo, a mis propios deseos, y tomarme cada día como venga alegrándome estar vivo.
“Soltar las riendas” es no criticar, no controlar, y convertirme en aquello que sueño ser
(autor desconocido)