martes, 14 de enero de 2014

10 Caminos posibles para mantener una Relación Creativa, Amosora y Armónica

 

 1. El mejor “encuentro” no garantiza nada. Si bien tenemos la posibilidad
de tender puentes de comunicación hacía el otro, deberemos estar dispuestos a emprender la tarea de construirlos y cruzarlos (trabajo amoroso y valentía)
 

 2. El principio esencial para la convivencia en pareja y la construcción del
buen amor posible
parte de dos personas autónomas, independientes y enteras, que se eligen en libertad y con responsabilidad. Sólo partiendo de nuestra libertad interior seremos capaces de dar un amor que libere y crear vínculos que unan, en lugar de cadenas que aprisionen.
 

 3. Para ser autónomos será necesario diferenciarnos y construir una vida,
con suficiente contenido e intensidad como para que no necesitemos
“colgarnos de otro” o “vampirizar” su vida.
 

 4. El amor pide valor, capacidad de asumir riesgos y, sobretodo, trabajo y
esfuerzo diario para mantener el misterio, la creatividad y la comunicación.
 

 5. Nadie tiene el poder de cambiar a otro, intentarlo suele ser un desastre. Si no nos gusta algo tenemos tres soluciones: manifestarle lo que sentimos y dejar en sus manos si lo cambia o no; cambiar nuestra manera de verlo, o cambiar de pareja.
 

 6. Obertura, curiosidad y creatividad son elementos necesarios para cultivar la sorpresa en la relación de pareja. Si queremos vivir muchos
años con la persona que amamos es importante procurar sorprenderla
cada día.
 

 7. Si no nos gusta lo que recibimos en nuestra relación de pareja, tenemos que prestar mucha atención a lo que emitimos.
 

 8. Nuestra pareja, por más que nos ame- y precisamente por esto mismo
– no debe ser un vertedero donde volcar nuestra basura emocional.
 

 9. La gestión emocionalmente ecológica de la relación de pareja supone la capacidad de ajustar las cláusulas relacionales de forma que no perjudiquen a un miembro de la pareja y muevan a la mejora de los dos.
 

 10. Sabremos que nuestra elección es emocionalmente ecológica cuando la alegría esté presente en nuestra relación.


 (Jaume Soler y Mercè Conangla Amat)