viernes, 30 de diciembre de 2011

El Poder de la Intención

En este tiempo en que algunos celebramos el cierre de un ciclo-año y el inicio de otro. Agradezco infinitamente todas las bendiciones y aprendizajes que recibí, a todas las personas que llegaron a mi camino.
Dejo ir todo lo que ya no me sirve y no necesito. 
Me dispongo a recibir nuevas aventuras, amores y pasiones. A crear nuevos lazos, a construir puentes y conciencia.
Deseo de todo corazón que cada vez co-creemos un mejor mundo para nosotr@s, nuestr@s hij@s, niet@s y las futuras generaciones.
Despertemos conciencias y corazones!!!!!
Claudia Ferrer, creadora de Mujer en Curso


Comparto con tod@s ustedes, este bello mensaje que he recibido y les propongo realizarlo como una "imaginería" (término muy utilizado por nosotros los psicólog@s) que simplemente se refiere a que en tu mente intentes visualizar este texto o recrees las imagenes como si fuera una película.
Haz el intento, si así lo sientes...


Entra en tu espacio de quietud.
Conéctate con tu cuerpo,
conéctate con tu respiración.

            Siente la sacralidad de tu cuerpo.
            Siente gratitud por tu cuerpo.
           
Agradece a cada una de tus preciosas células.
           
Lleva ahora tu conciencia a tu corazón. Siente su vibración especial.
            Siente la íntima conexión de tu corazón con la fuente de Todo Lo Que Es.
            Cónectate allí con el Amor Uno.

            Imagina ahora que aparece en tus manos un recipiente de cristal, repleto de Semillas de Amor.
            Cada una de estas semillas tiene la capacidad de elevar la vibración de aquello con lo que entra en contacto, de manera tal, que toda energía de baja vibración como miedo, odio, resentimiento eleva su frecuencia hacia la energía del Amor más puro.

            Tienes la posibilidad hoy ahora de sembrar esas semillas a dónde quieras.
El recipiente de cristal es mágico por lo tanto nunca se agota su contenido.
           
Comienza por tí.
            Coloca una semilla de Amor en cada una de tus células. 
Siente como se eleva la vibración de todo tu cuerpo.
           
Ahora ocúpate de tu familia, de los seres con los que compartes tu vida.
Siembra tus semillas en sus corazones.
            Pide a esas semillas que se reproduzcan y se multipliquen hasta que cada célula de la persona receptora, contenga una bella semilla de Amor.

            Extiende ahora esta práctica a tus amigos, a tus vecinos, a tus compatriotas.            
Imagina esas semillas de Amor expandiéndose y  limpiándo distorsiones de todo tipo.
Absténte de enjuiciar.
Sólo irradia Amor.

            Extiende otra vez esta práctica hacia todos los seres humanos.
Imagina como gracias a la vibración del Amor desaparecen
el dolor, el hambre, la enfermedad, la angustia, la tristeza, la desconsideración por el otro, las ansias desmedidas de control, las ansias desmedidas de poder...

Extiende esta vez tu práctica a la Madre Tierra y a todos los reinos de la naturaleza.
           
Planta semillas en cada ser vivo, en cada molécula, en cada átomo.
Con inmensa gratitud y reconocimiento, regálales estas milagrosas semillas de Amor.

Extiende, si así lo sientes, esta práctica a cada partícula del Universo.
Riega al Universo con Amor de tu propio corazón.

            Sí, estas semillas maravillosas llevan tu sello, contienen tu nota única,
como tu personal homenaje a la totalidad de la vida y la conciencia.

Esto que estás haciendo es MUY REAL. Es MUY EFECTIVO. Es VERDADERO.
           
Ya es tiempo de utilizar el poder de tu intención focalizada en beneficio de la totalidad.
Ya es tiempo de asumir tu poder interior y utilizarlo para el bien mayor.
           
Ya es tiempo de soltar dudas e inseguridades, de confiar en los dones propios y DAR.
           
 Dar Amor, ser generadores de Amor desde nuestro corazón que es una fuente inagotable.
            La Nueva Tierra es nuestra creación.

            Si creemos en nosotros, en nuestra capacidad de elevar la vibración a través del Amor, estaremos morando hoy,
ahora en la Nueva Tierra.