lunes, 9 de enero de 2012

Semilla del 2012

Comparto con ustedes el primer boletín de este año, que recibo amorosamente mes a mes de Arboleda de Gaia. Me gusta muchisimo lo que plantea, principalmente porque soy un signo de agua, y creo que este año nuestra misión es tomar conciencia, escuchar con nuestro cuerpo-mente-palabras-actos y profundizar en ellos, transmitir lo que sentimos y rodearnos de personas desde el amor.
Disfrútenlo!!!


Luna Llena en Cáncer
(Texto de Paloma Todd - Arboleda de Gaia)


"La primera luna llena de año se da en el signo de Cáncer, el signo que rige las aguas primordiales de la vida, las aguas del útero, donde la vida que somos y seguimos engendrando, ha sido gestada.
Cáncer es el signo vinculado a la Luna. Es la energía femenina por excelencia, la gran madre. Esta luna llena nos invita abrir el año con la energía de la madre universal, la energía del agua sagrada de la vida y a celebrar el útero, casa, hogar, del cual todos venimos. La luna llena en Cáncer nos invita a celebrar la maternidad sagrada, la que todos y cada uno de nosotros llevamos en nuestro interior, seamos padres, o no, hombres o mujeres. Todos somos gestores y creadores de realidades y esta luna llena en Cáncer nos invita a gestar nuestra existencia y cuidarla, nutrirla y amarla, como una madre.
La primera luna llena del año abre las puertas a una interpretación cuya influencia nos acompaña el resto del año. Esta luna trae el poder del nacimiento de un nuevo ciclo, y todo comienzo es especial ya que viene informado con la cualidad del momento presente semilla de lo que puede acontecer, de lo que podemos cosechar.
Como esta luna tiene que ver con el parto y con el nacimiento, es posible que la vivencia que tengamos en los primeros días de este año es la de estar en el canal de parto, en lo oscuro, y oculto aún, en la espera impaciente del momento en que saldremos del otro lado del umbral, hacia la vida. Esta es una buena metáfora para abrir el nuevo ciclo lunar que nos acompaña este año y una excelente oportunidad de recordar (también una actividad de Cáncer) lo vital e importante que es el que estemos sincronizados con la energía y los ciclos de la luna.

La entrada a este nuevo año nos invita a honrar la energía de la madre, la energía del nacimiento, nuestro nacimiento. La madre es nuestra primera fuente de amor incondicional, y la semilla de nuestra capacidad de amar y recibir amor. Así como fuimos creados, creamos nuestra vida; así como fuimos amados, amamos; así como nacemos del cuerpo de nuestra madre, nuestro cuerpo es la cede de todas nuestras creaciones. Este nuevo ciclo lunar comienza con una celebración de nuestra existencia y de nuestro origen sagrado, y una celebración de nuestro cuerpo, su historia y su memoria.
Conectar con nuestro nacimiento nos permite sanar y liberar viejas huellas de sufrimiento, confusión, miedo creado por la interferencias, malas prácticas, accidentes, errores vinculados a nuestro parto. Este es un tiempo, un año, en que podemos recuperar la energía vital perdida en nuestro nacimiento y volver a nacer, reinventarnos desde lo más profundo de nuestro ser. Esta oportunidad se nos va a presentar de múltiples maneras a lo largo de estos meses.
Tenemos ahora la oportunidad de llegar hasta la “médula ósea” de nuestro ser, lo más profundo de la memoria de nuestra existencia, ahí donde late nuestro origen, las raíces de nuestros ancestros. Tenemos la oportunidad de iluminar nuestro árbol con amor, perdón y conciencia y de honrar a nuestra familia, a nuestra sangre; así como de honrar la evolución y el pasado vivo en nosotros.

Cáncer es un signo de agua, las aguas primeras de la vida. En esta agua está contenida toda la memoria almacenada de toda las emociones humanas que hemos vivido, todo lo que hemos sentido. Bajo esta luna, y como apertura a este año, es tiempo de honrar esta memoria y de honrar a nuestros ancestros, sus vidas y su legado. Sin ellos no estaríamos aquí. Sin ellos no nacemos. En este sentido somos un almacén de todas las emociones humanas expresadas a través de nuestra alma. Somos redes de archivos emocionales que laten vivos en nuestro árbol.
Los cristales de agua de nuestro cuerpo llevan la huella de todo lo experimentado, por nosotros y por nuestros ancestros. Somos el agua hecha conciencia a través de la experiencia acumulada en nuestro árbol. El agua de nuestro padre que inseminó el agua de nuestra madre crea el milagro de la vida. Esta memoria molecular del agua crece y se expande siempre fluida y se hace cuerpo, carne. ¿de qué nos habla la memoria de nuestro cuerpo? ¿qué expresa nuestro cuerpo? ¿qué mensajes nos comunica?
Somos nuestros abuelos y somos nuestros futuros nietos. Somos el agua que se recicla y que circula en cada ser y encuentra siempre su cauce hacia la unidad. Durante este año es fundamental que, si no lo hemos hecho aún, iniciemos un proceso de ordenamiento de nuestras raíces, de conciencia hacia el pasado para que las fuerzas de nuestro árbol sean nuestras aliadas evolutivas y no las resistencias que nos impiden crecer. Esta primera luna llena del año nos invita a asumir el compromiso por este trabajo de liberación, nos invita a llenar de amor nuestra árbol para poder asumir y atravesar nuestros próximos nacimientos de la más bella manera.
La luna llena en Cáncer nos invita a que nos comprometamos a acudir una vez al mes a nuestra cita con la luna nueva y hagamos nuestra “tarea” . Lo único que tenemos que hacer es presentarnos, una vez al mes, para integrar las energías planetarias mediante una expresión artística, una meditación, o mediante el compartir con otros. Es importante que podamos abrir este proceso y que podamos sostener este compromiso el tiempo suficiente para ver sus resultados benéficos en nuestra vida. A la luna en Cáncer le gusta el compromiso y nos dice que la manera más bella de honrarla y de celebrarla es abriéndole la puerta de par en par a sus mensajes, sus ritmos y sus ciclos. Trabajar con la luna nueva es también una bella manera de sostener un rezo y un propósito, de no despistarnos por los caminos que nos distraen; es un proceso que nos ayuda a mantenernos enfocados y que nos permite atravesar situaciones confusas y sostener nuestro norte independientemente de los vientos que soplen a nuestro alrededor.
Esta luna (y este año) se presenta como una exaltación de las cualidades femeninas universales. La nutrición, la sanación, el cuido, la creatividad, la receptividad, el embellecimiento, el amor y la fecundidad son algunas de las virtudes que estarán a nuestro alcance siempre que lo deseemos y le permitamos la entrada. La luna siempre nos inspira con algún mensaje que embellece e inspira nuestra vida. Empezamos el año con una bella invitación a embellecernos de adentro hacia fuera y de armonizarnos con el amoroso cuidado de la presencia lunar en nuestra existencia. También es bello recordar que el cielo se embellece cuando su luz nos alumbra en las noches mas oscuras".


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