viernes, 2 de diciembre de 2011

Re-aprendiendo a Alimentarme

Queridas Mujeres en Curso:

Quiero hacerlas partícipe de un gran cambio que estoy experimentando. Hace ya 5 días que he incluido en mi dieta los batidos verdes y las leches vegetales, las he ido complementando con mi alimentación habitual y he decubierto que son verdaderos nutrientes. En ellos puedo encontarar carbohidratos de fácil asimilación y azúcar a veces "tan ansiada" durante algunos días y noches de mi vida. Además, puedo consumir proteínas que durante mucho tiempo pensaba me podían aportar otros alimentos -y este ha sido un gran descubrimiento para mi- las puedo ingerir a través de las hojas verdes, que siempre me habían gustado y me daban tanto placer, por ejemplo, lechuga, rúcula, cilantro, espinaca, albahaca. Asimismo he aprendido que hay muchisimas hojas que se pueden comer y que no consideramos en nuestra ingesta, tales como las hojas de la zanahoria, de las betarragas, del coliflor, del brócoli, entre otras. Ellas nos aportan clorofila -esa que escuchamos en el colegio les servía a las plantas-  tan importante para la oxigenación de nuestras células.

Es un gran cambio el que estoy experimentando, me he dado cuenta que mi cuerpo está más liviano, mi vientre menos abultado, mis sentidos más despiertos y tengo menos deseos de comer.
Pensé que iba a ser muy difícil, no imaginaba mi día sin el pancito acompañado de un té o de una infusión en la mañana y/o a la hora de la once. No sabía que iba a cocinar de almuerzo para mi y mi hija, tenía muchas dudas sobre cómo lo podría hacer.
En mi mente estaba congelada la idea de la típica alimentación: desayuno-almuerzo-once-comida a una hora determinada del día y que si tenía apetito sólo debía consumir snaks poco calóricos y sin tanta azúcar. Incluso a pesar de que mi cuerpo me enseñaba que sólo comiera cuando tenía hambre.

Desde el momento en que me embaracé LA VOZ de mi cuerpo, tomo gran fuerza, empecé a escucharla y a seguir sólo lo que ella me decía, a pesar de las opinión de médicos y algunos familiares. Fue así como eliminé distintos alimentos de mi dieta e incluí muchos otros que no consumía. Durante ese tiempo de mi vida, me sentí más saludable que nunca.
Esta experiencia fue tan develadora que cuando parí ya tenía muchisima más conciencia del bienestar físico y emocional que generan los alimentos que ingerimos.

Hoy después de cuatro años, puedo decir que me relaciono de un modo distinto con los alimentos, cómo cada vez que tengo deseos, llevo conmigo muchas frutas y verduras, he acumulado una buena cantidad de nuevas recetas, me he rodeado de muchas personas que respetan mi estilo de vida y he visto que otros están aprendiendo a respetar mi nueva manera de alimentarme.
Alimentos como pan, aúcar, arroz, pastas, mantequilla y algunas carnes ocupan cada vez menos espacio en mi existencia.

Durante estos cinco días, me ha ayudado mucho que los días estén más calurosos ya que me dan más deseos de tomar agua y otros líquidos, por los que las leches vegetales y los batidos verdes me vienen muy bien. También agradezco que durante esta época del año tenemos una gran variedad de frutas y verduras a nuestra disposición, así como tener la posibilidad de poder comprarlas.

Hoy elijo mis alimentos por su olor, color, sabor, textura, intensidad, peso, aporte energético y nutritivo. Se ha intensificado la percepción de mis sentidos. Renació mi pasión por cocinar y experimentar con los alimentos.
Estoy nutriendo mi existencia con una energía sana y luminosa.
Le doy a mi cuerpo Clorofila y hoy me siento, además de una Mujer en Curso, una Mujer en Plantas.

Mujer en Plantas
Autora: Catherine Vásquez