Existe un dicho que me hace muchísimo sentido:
"libera tu mente, liberarás tu cuerpo".
Es imposible gozar cuando nuestra mente está pendiente de nuestro físico, del miedo a ser malas/os amantes, si nos cuestionamos un sin fin de veces "¿se lo pido o no se lo pido?, en fin, cuando estamos fuera de nuestro cuerpo y nos dejamos llevar por la actividad mental... el disfrute no llega.La mayoría de las veces, nuestra batalla más difícil es con nosotras/os mismas/os, ya que por mucho que digamos que tenemos derecho a vivir nuestra sexualidad, jamás lo lograremos si primero no nos sacamos, lo que yo denomino, "el corset mental".
En tu capacidad de darte permiso está la clave del placer sexual.