lunes, 28 de febrero de 2011

Mujer Árbol

En la universidad tomé unos cursos de especialización en psicoterapia corporal que impartía Alejandro Olea (http://www.espacioindigo.cl/quienes-somos.html), un hombre maravilloso que hoy recuerdo con mucho cariño, él me introdujo en la terapia reichiana y me enseñó a "enraizarme", es decir, a tomar conciencia de mi cuerpomente, a sensibilizar mi vientre, mi útero y mis piernas para sentirlas como raíces en movimiento.

Las mujeres y los hombres somos como árboles, arraigados a la tierra en un extremo y tendiendo al cielo desde el otro. Al igual que los árboles, miramos al cielo como fuente de  energía vital, pero también dependemos de la tierra para nuestra sustancia. Cuan alto  podemos tender, depende de la fuerza de nuestro "arraigo".
Cuando soy con-siente de mi enraizamiento siento que debajo de mis pies hay una base firme en la tierra y que poseo el coraje de mantenerme y moverme por el mundo como deseo. Para mi estar enraizada es estar en contacto con la totalidad, la tierra, el universo y mi sentir. 

Cuando las Mujeres nos enraizamos
Creo que es muy importante que las mujeres tengamos conciencia de nuestras raíces, ya que podemos conectarnos con nuestro cuerpo y sus fluctuaciones.
Podemos sentir nuestra esencia generadora, aquella que nos mueve, que mueve nuestros sueños y esperanzas, aquella que genera proyectos, que lleva a cabo ideas, aquel sentimiento que nos hace sentimos bellas, capaces y llenas de vida.  
Al enraizarnos, comenzamos a sentir fortaleza tanto física como espiritual, algunas mujeres dicen sentir "que tienen los pies en la tierra" otras lo ven en sus actos creativos, hay algunas que refieren una sensación de equilibrio y bienestar, cada mujer es capaz de percibir el enraizamiento como lo necesite, ya que el simple acto de enraizarse nos ayuda a sentirnos... a sentir... y cuando sentimos nos damos cuenta de la vida que hay en nuestro interior, de la energía y sabiduría que poseemos.

Nuestro actuar empieza a tener sentido, despierta nuestra mujer salvaje e instintiva, surge la creatividad, desplegamos la intuición, la imaginación y el asombro.
Comienza a latir fuertemente nuestro corazón uterino, fuente de vida-salud y nos transformamos en mujeres con-sientes, conectadas con el aquí y ahora, en relación amorosa con nuestro cuerpo y su poder sagrado.

Cuando las mujeres nos sabemos árboles desplegamos nuestra energía femenina y sabemos que pertenecemos a una gran hermandad, que no estamos solas y que nuestro lugar es al lado de otras mujeres árboles.

Claudia Ferrer, creadora de Mujer en curso.

Para terminar esta publicación, comparto con ustedes algunos ejercicios de enraizamiento que nos enseña Osho.

Buscando Raíces
Osho en su libro "Tónico para el Alma" (Ediciones Martinez Roca, 2005), enseña  estos ejercicios que son muy simples y ayudan a BUSCAR RAICES.

Primero: corre descalzo sobre la tierra desnuda o el pasto o la arena, permite que haya contacto entre los pies y la tierra. Pronto, después de algunas semanas, empezarás a sentir una energía y una fuerza increíble en las piernas.

Segundo: antes y después de correr, haz lo siguiente: separa los pies unos 15 a 20 centímetros y manténte parado con los ojos cerrados. Carga todo tu peso en el pie derecho, cómo si sólo estuvieras parado en él. El pie izquierdo no tiene carga. Siéntelo y después cambia de pie. Carga todo el peso con el pie izquierdo y libera por completo al pie derecho. Como si no tuviera nada que ver. Está ahí en la tierra, pero no carga ningún peso. Hazlo 4 o 5 veces y siente este cambio de energía. Después trata de poner el peso justo a la mitad, sobre ambos pies. Este sentimiento del justo medio te enraizará más a la tierra. Empieza y termina de correr con esto y te ayudará mucho.

Tercero: respira profundamente, si la respiración es ligera te sientes sin raíces. La respiración debe llegar hasta las raíces de tu ser y la raíz son tus órganos sexuales. La respiración debe entrar en contacto con tu energía sexual de manera que haya un masaje continuo en los órganos sexuales. Entonces te sentirás enraizado.